La excursión a Ouzoud, tanto si se realiza en grupo como en privado, se recomienda salir lo más temprano posible de Marrakech, sobre las 8 de la mañana para poder disfrutar del día.

Una vez se llega a destino, se puede contratar un guía local de montaña para que les haga el recorrido por la zona -suele costar unos 30€ dependiendo del número que conforme el grupo. Desde la zona del aparcamiento, donde dejarán el transporte, aparecen dos caminos para descender.

El de la derecha es por el que se recomienda bajar, -siempre bien calzados-, es un sendero de tierra que transcurre entre la naturaleza del lugar, y que bordea el lateral de la cascada de Ouzoud. Y el de la izquierda, un camino asfaltado y escalonado, lleno de pequeñas tiendecitas y restaurantes, por donde se suele subir.

Para los viajeros que no deseen ir por la zona boscosa, pueden subir y bajar por la parte asfaltada de escaleras.

Lo habitual es empezar la visita por la parte más elevada de las cascadas o cataratas, desde donde oirán el rugir del agua precipitándose al vacío. Es una bonita parada, para contemplar la majestuosidad del anclaje.

A medida que van bajando, podrán observar algún que otro macaco de Berbería. Hay que destacar que estos animales -de pelaje rojizo y sin cola-, son los únicos monos africanos que hay al norte del Sahara. Si están atentos durante su descenso por el camino, también encontrarán pequeñas fosilizaciones de raíces, de gran interés geológico.